
Si pudiera sentir los latidos agitados de tu corazón sobre mi pecho y tu respiración soplándome al oído tan sólo por una tarde, gozaría la vida imaginando que me amas.
Regálale una sonrisa a esta alma solitaria, regálale un goce a este cuerpo exhausto de esperarte, regálate la oportunidad de sentirte amado, sólo una tarde actúa como mío.
Y cuando el sol haya derramado sus ultimos rayos de luz, regresarás a tu vida, la tristeza y la soledad regresarán a la mía. Pero el recuerdo de esa tarde en la que me permitiste amarte no se borrará nunca aunque tú sigas con tu destino amado y yo te necesite a mi lado.